Toda organización busca mejorar el rendimiento de su negocio, y la manera de conseguirlo es mediante la planificación. Pero el mundo en el que nos desenvolvemos es impredecible y cambia rápida y constantemente, y sin embargo, todavía se espera que los directivos guíen a sus organizaciones a través de estos desafíos.
Entonces, ¿cómo deben planificar las organizaciones cuando no pueden predecir el futuro?, y ¿cuál es el mejor modo de garantizar que sus limitados recursos se asignan para obtener los mejores resultados?
Estas son algunas de las preguntas que nos proponemos responder en este documento, junto con una serie de consejos prácticos que pueden ser implementados dentro de cualquier organización.
En los últimos 10 años, la tecnología ha revolucionado la manera en que se dirigen los negocios. Internet ha hecho posible que las organizaciones puedan operar sin límites geográficos y sobre una base de 24/7. También ha permitido ilimitados niveles de competencia, por el impacto de las redes sociales, y el incremento continuo de circunstancias incontrolables que continuamente trasforman y rigen las tendencias del mercado. El resultado es un horizonte de planificación muy reducido – una visión de futuro donde el rendimiento puede ser planificado con fiabilidad.